sábado, 26 de abril de 2014

Qué vamos a escribir

Esta es la parte en que uno no sabe bien qué decir ni cómo escribir. Sólo diré que solía escribir en un primer blog, lo dejé. Me hice otro, duró harto harto así mucho, lo dejé, y eso que tenía buena crítica igual, por parte de mis seguidores que se limitaban a mi grupo de amigos, el pololo del momento, algún que otro cibernauta ocioso, y yo, por supuesto, pa acordarme que igual tengo inspiración de vez en cuando y puedo escribir cosas más o menos coherentes. Como podrán deducir, lo dejé, porque me dio el toque medio hipster intelectualoide y un poco resentido tal vez, y decidí hacerme un wordpress, así, super distinto a un blog (?) cosa de que a través de una redacción anónima pudiese sacar a la luz mis múltiples malos pensamientos y críticas al mundo (que por supuesto yo llamaba crítica social para sacarme brillo y tener un estatus de persona anti estereotipos que llegara a destacarse por eso) y así usar lentes grandes y tomar café y vestirme de forma extravagante (ok, lo de lentes no, el café lo estoy dejando y si, me visto extravagante a veces y mi mamá se indigna por eso). En realidad, ahora que lo pienso desde la vereda de al frente, me sentía sola, y por querer figurar y creerme única, terminé odiando al mundo al cual yo quería pertenecer y no pude. Me cerré el facebook por una razón de que "consume la gente y se ha perdido la autenticidad" no deja de ser cierto quizás, pero a mí no debería importarme si tengo la posibilidad de dar un paso al lado y vivir la vida de la forma única, como debería ser. Lo cierto fue que ese plan estrella de mi esquema mental no funcionó, la página tiene cualquier telaraña y se me quitaron las ganas de escribir porque no estaba segura del cómo hacerlo. Muchas veces he querido dedicarme a la literatura y tener un blog netamente para eso, con puras historias, con cosas relacionadas a ello, pero después empiezo a meter de por medio mis asuntos personales y mi día a día y anécdotas que aunque trate de disimularlas en la narrativa, no resultan, soy muy yo, son muy evidentes y no pasan piola. Pensé entonces en crear un blog sólo contando mis tonteras, una especie de "Joven y Alocada", pero mi mente no me lo permite porque hay una especie de limitación hacia los asuntos personales. El de si uno se admira o quiere hablar de sí misma por la misma inseguridad que tiene.
Yo con la gente normal no hablo mucho de mi por el miedo a que digan 'oe la mina esa es terrible egocéntrica' el único que me conoce en el sentido exacto de la palabra, es David. (Mi familia se excluye por una cosa obvia que con ellos uno puede hablar lo que sea, por lo menos en mi caso) y él, lindoprecioso, me admira y yo lo admiro y nos admiramos juntos. Con él no me siento egocéntrica, con él me siento yo, y es así como quiero sentirme. 
A partir de ese punto comencé a cuestionarme lo siguiente: si quiero escribir y tengo unas ganas enormes de escribir a toda costa, me gusta contar sensaciones de mis viajes, de mi día a día, me gusta inventar historias, me gusta hablar de cualquier tontera y me gusta mover los dedos al ritmo frenético del pensamiento, ¿Dónde lo hago? ¿Cómo lo hago? podría hacerlo en un lenguaje culto formal para darle seriedad al asunto, podría hablar como generalmente lo hago, podría tirarme su garabatito por ahí, qué sé yo. No podía decidirme el cómo, pero sí el dónde. Acá, en la web, por supuesto. Y aunque sea un blog "viajero" esto no se dedicará netamente a viajes porque yo no soy simplemente viajes. Soy más que eso, soy una mujer inteligente e íntegra que busca siempre superarse y aprender. Pero el cómo soy será otro tema de conversación porque da para harto. Aquí pretendo formar mi choza literaria, mi pseudo diario de vida (mi semanario o mensuario de vida, acorde al tiempo disponible), recomendar viajes, contar mis viajes, escribir desde el monólogo interior, reírme de mi misma y poder encontrar el rumbo que a veces pierdo, porque me paso cuestionando cosas. Y no tengo problema en admitir que me siento de lo más cómoda hablando con mi lenguaje informal culto casi inculto tirando pa pobla (así como un megamix) para contar diversos temas. Es más, la Violeta Parra siempre decía que uno fuera libre en la creación, no siguiendo algún patrón establecido, sólo tirarse a lo que el corazón le dictara. Quizás por eso era tan talentosa.
Ahora el tito duerme acá a mi lado, y yo soy una Suricata expectante a cómo se me viene el año. Según mi horóscopo, este será mi año, y muy exitoso.
Amén.